Esta comunicación entre el ser humano y los espíritus de la naturaleza se expresa a través de rituales en el que un curandero se ayuda de diversos elementos para alcanzar la purificación, protección y sanación de una persona, familia o grupo que así lo requiere. Estos elementos son una muestra de la riqueza ancestral de nuestros pueblos y pueden ser: flores, hierbas, hongos y otras plantas; aceites y aguas florales; brebajes, pulques y otras bebidas; animales, sapos o insectos; el propio aire; piedras, huevos, vasos de cristal, incienso, trapos, velas, cantos y letanías para armonizar y conjurar, música y muchos otros más.
Limpias, despojos , barridas, curaciones de espíritu a espíritu se les ha llamada a estos rituales y ceremonias. La palabra es distinta, las intenciones una sola:
“Dar al pueblo bienestar y salud a través del conocimiento y la cura del alma”